Este es un relato de experiencia. Mucho se habla estos días de Ágil, de agilidad, de CMMI, de procesos. Se confrontan unos con otros: una corriente de expertos y pensadores dice que van por caminos separados, otra escuela dice que son ecosistemas que se pueden combinar para crear uno mejor o que simplemente pueden convivir en armonía. En la práctica, los proyectos que combinan métodos ágiles con CMMI son más exitosos en producir software de mayor calidad que cumple más efectivamente las necesidades de los usuarios a un ritmo más rápido. En este artículo pondré de manifiesto cómo los métodos ágiles, con Scrum a la cabeza, y CMMI juntos, proporcionan una poderosa combinación de adaptabilidad y predictibilidad, mayor que cualquiera de los dos por separado.
En particular, presento los principales aspectos que constituyen un marco de trabajo ágil y el significado de agilidad en el desarrollo de software, así como también una estrategia para combinar métodos ágiles con enfoques tradicionales como CMMI, PMI y Cobit, entre otros, basado en la experiencia que hemos tenido en Intergrupo, una compañía CMMI nivel 5 y que en los dos últimos años decidió dar el salto a los métodos ágiles de desarrollo de software. En la parte final, exhibo algunos de los mitos más arraigados en la cultura de la Ingeniería de Software sobre el uso de métodos y prácticas ágiles.